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PROPUESTA DIDACTICA

La propuesta didáctica consiste en un "juego de roles y simulación."

Para explicitar en que consiste dicha técnica ofrecemos a continuación información teórica acerca del beneficio de la misma como estrategia didáctica:

Características comunes esenciales de los juegos de simulación:

a) Las personas participantes deben asumir papeles que implican diferentes grados de cooperación o rivalidad y resolver conflictos entre jugador@s o equipos tomando decisiones que reflejan su comprensión de los elementos esenciales del modelo.

b)) Las decisiones modifican la situación. Se experimentan nuevas situaciones y la relación entre decisiones y cambios.En resumen, el juego de simulación pretende representar la esencia de una situación. Las relaciones internas entre los numerosos factores que intervienen debe ser mostrada, visiblemente manipulada y continuamente regulada. Las jugadoras son colocadas en diversos grados de rivalidad o cooperación, en los que sus acciones son en parte reguladas por diferentes procedimientos. En la mayor parte de los juegos se vive un proceso de toma de decisiones que comprende elementos cuantitativos y cualitativos.

El juego de simulación a veces se combina con el juego de rol.¿Por qué los juegos de simulación?A) Hay que dar una importancia particular a los planteamientos didácticos basados en la solución de problemas concretos.

1. Los juegos de simulación reproducen, bajo una forma simplificada y didáctica la naturaleza compleja de los problemas sociales.

2. La situación de juego puede dar cuenta de los diversos factores que intervienen -naturales, sociales, culturales, etc. ...- así como de los diferentes valores, intereses, actitudes, tipos de comportamiento de los diferentes actores sociales. Se crea un escenario adecuado para la interdisciplinariedad.

3. En el juego se da al alumnado la ocasión de experimentar la duda, la complejidad, el placer de la implicación y la investigación, el riesgo de la elección, etc. ... al mismo tiempo que la adquisición y utilización de conocimientos. Todo ello en relación con la toma de decisiones.

B) El juego de simulación permite fácilmente poner de manifiesto los valores, las actitudes, las finalidades, las ideologías . . . desvelando lo oculto, permitiendo la actuación sobre ello (análisis, crítica y transformación). Permite potenciar lo que el proceso de enseñanza-aprendizaje debe y puede tener de entrenamiento para la acción. Implica, por tanto, una ruptura con el modo tradicional de entender el saber, la ciencia,

Aporte de los juegos de rol a determinadas actitudes

  • Al desarrollo de la empatía y la tolerancia: mediante estos juegos se aprende a meterse en la piel de “otro” y empezar a plantearse qué sienten los demás en situaciones que pueden ser ajenas en un principio.
  • A la socialización: el Juego de Rol fomenta el apoyo mutuo y la relación en términos de igualdad. Como ya se ha dicho: no se trata de juegos competitivos, sino cooperativos.
  • A la potenciación de habilidades no explotadas y comprensión de aspectos no desarrollados de la personalidad.
  • Al encuentro de intereses y gustos personales.
  • A la toma de conciencia y responsabilidad: a lo largo del juego, los participantes se enfrentan a decisiones que llevan a sus correspondientes consecuencias. Esto es importante para crear en el individuo una consciencia más amplia de sus actos.
  • A la sublimación de los aspectos reprimidos de la personalidad: al ser un juego en el que cada uno interpreta un personaje, en la mayoría de los casos el personaje encarnado es una proyección de ciertos aspectos reprimidos en el jugador.
  • A la capacidad de trabajo en grupo y toma de decisiones, habilidades que son de gran importancia en la sociedad, y muy valoradas a la hora de buscar un trabajo.
  • A la capacidad de improvisación y resolución de problemas, pues se basan en plantear situaciones que han de ser resueltas en función de las habilidades del personaje.

  Objetivos 

Teniendo en cuenta las características  del recurso elegido nos proponemos como objetivo: 

Ø      Que los alumnos participantes asuman papeles que implican diferentes grados de cooperación o rivalidad e intenten resolver mediante el debate y la argumentación conflictos entre los actores involucrados en la conquista del desierto;  tomando decisiones que reflejen su comprensión del proceso analizado.

Ø      Que los alumnos puedan emitir una reflexión critica acerca de la relación aborigen-blanco tanto en el pasado como en la actualidad Los personajes participantes del juego serán:  
  • Un indígena que resistió la conquista (CACIQUE CAFULCURA)
  • Fray Bartolomé de las CASAS
  • Un militar a cargo de alguna de las campañas al desierto (JULIO A. ROCA)
  • Uno de los  presidentes del periodo estudiado (D. F. SARMIENTO)
  • Un descendiente de los pueblos originarios
  • Un estudiante de historia de la actualidad

  Brevísima relación de la destrucción de las Indias
de Bartolomé de las Casas
    

Descubriéronse las Indi as en el año de mil y cuatrocientos y noventa y dos. Fuéronse a poblar el año siguiente de cristianos españoles, por manera que ha cuarenta e nueve años que fueron a ellas cantidad de españoles; e la primera tierra donde entraron para hecho de poblar fué la grande y felicísima isla Española, que tiene seiscientas leguas en torno. Hay otras muy grandes e infinitas islas alrededor, por todas las partes della, que todas estaban e las vimos las más pobladas e llenas de naturales gentes, indios dellas, que puede ser tierra poblada en el mundo. La tierra firme, que está de esta isla por lo más cercano docientas e cincuenta leguas, pocas más, tiene de costa de mar más de diez mil leguas descubiertas, e cada día se descubren más, todas llenas como una colmena de gentes en lo que hasta el año de cuarenta e uno se ha descubierto, que parece que puso Dios en aquellas tierras todo el golpe o la mayor cantidad de todo el linaje humano.Todas estas universas e infinitas gentes a todo género crió Dios los más simples, sin maldades ni dobleces, obedientísimas y fidelísimas a sus señores naturales e a los cristianos a quien sirven; más humildes, más pacientes, más pacíficas e quietas, sin rencillas ni bullicios, no rijosos, no querulosos, sin rencores, sin odios, sin desear venganzas, que hay en el mundo. Son asimismo las gentes más delicadas, flacas y tiernas en complisión6 e que menos pueden sufrir trabajos y que más fácilmente mueren de cualquiera enfermedad, que ni hijos de príncipes e señores entre nosotros, criados en regalos e delicada vida, no son más delicados que ellos, aunque sean de los que entre ellos son de linaje de labradores.Son también gentes paupérrimas y que menos poseen ni quieren poseer de bienes temporales; e por esto no soberbias, no ambiciosas, no codiciosas. Su comida es tal, que la de los sanctos padres en el desierto no parece haber sido más estrecha ni menos deleitosa ni pobre. Sus vestidos, comúnmente, son en cueros, cubiertas sus vergüenzas, e cuando mucho cúbrense con una manta de algodón, que será como vara y media o dos varas de lienzo en cuadra. Sus camas son encima de una estera, e cuando mucho, duermen en unas como redes colgadas, que en lengua de la isla Española llamaban hamacas.Son eso mesmo de limpios e desocupados e vivos entendimientos, muy capaces e dóciles para toda buena doctrina; aptísimos para recebir nuestra sancta fee católica e ser dotados de virtuosas costumbres, e las que menos impedimientos tienen para esto, que Dios crió en el mundo. Y son tan importunas desque una vez comienzan a tener noticia de las cosas de la fee, para saberlas, y en ejercitar los sacramentos de la Iglesia y el culto divino, que digo verdad que han menester los religiosos, para sufrillos, ser dotados por Dios de don muy señalado de paciencia; e, finalmente, yo he oído decir a muchos seglares españoles de muchos años acá e muchas veces, no pudiendo negar la bondad que en ellos veen: «Cierto estas gentes eran las más bienaventuradas del mundo si solamente conocieran a Dios.»En estas ovejas mansas, y de las calidades susodichas por su Hacedor y Criador así dotadas, entraron los españoles, desde luego que las conocieron, como lobos e tigres y leones cruelísimos de muchos días hambrientos. Y otra cosa no han hecho de cuarenta años a esta parte, hasta hoy, e hoy en este día lo hacen, sino despedazarlas, matarlas, angustiarlas, afligirlas, atormentarlas y destruirlas por las extrañas y nuevas e varias e nunca otras tales vistas ni leídas ni oídas maneras de crueldad, de las cuales algunas pocas abajo se dirán, en tanto grado, que habiendo en la isla Española sobre tres cuentos de ánimas que vimos, no hay hoy de los naturales de ella docientas personas. La isla de Cuba es cuasi tan luenga como desde Valladolid a Roma; está hoy cuasi toda despoblada. La isla de Sant Juan e la de Jamaica, islas muy grandes e muy felices e graciosas, ambas están asoladas. Las islas de los Lucayos, que están comarcanas a la Española y a Cuba por la parte del Norte, que son más de sesenta con las que llamaban de Gigantes e otras islas grandes e chicas, e que la peor dellas es más fértil e graciosa que la huerta del rey de Sevilla, e la más sana tierra del mundo, en las cuales había más de quinientas mil ánimas, no hay hoy una sola criatura. Todas las mataron trayéndolas e por traellas a la isla Española, después que veían que se les acababan los naturales della. Andando en navío tres años a rebuscar por ellas la gente que había, después de haber sido vendimiadas, porque un buen cristiano se movió por piedad para los que se hallasen convertirlos e ganarlos a Cristo, no se hallaron sino once personas, las cuales yo vide. Otras más de treinta islas, que están en comarca de la isla de Sant Juan, por la misma causa están despobladas e perdidas. Serán todas estas islas, de tierra, más de dos mil leguas, que todas están despobladas e desiertas de gente.De la gran tierra firme somos ciertos que nuestros españoles por sus crueldades y nefandas obras han despoblado y asolado y que están hoy desiertas, estando llenas de hombres racionales, más de diez reinos mayores que toda España, aunque entre Aragón y Portugal en ellos, y más tierra que hay de Sevilla a Jerusalén dos veces, que son más de dos mil leguas.Daremos por cuenta muy cierta y verdadera que son muertas en los dichos cuarenta años por las dichas tiranías e infernales obras de los cristianos, injusta y tiránicamente, más de doce cuentos de ánimas, hombres y mujeres y niños; y en verdad que creo, sin pensar engañarme, que son más de quince cuentos.Dos maneras generales y principales han tenido los que allá han pasado, que se llaman cristianos, en estirpar y raer de la haz de la tierra a aquellas miserandas naciones. La una, por injustas, crueles, sangrientas y tiránicas guerras. La otra, después que han muerto todos los que podrían anhelar o sospirar o pensar en libertad, o en salir de los tormentos que padecen, como son todos los señores naturales y los hombres varones (porque comúnmente no dejan en las guerras a vida sino los mozos y mujeres), oprimiéndolos con la más dura, horrible y áspera servidumbre en que jamás hombres ni bestias pudieron ser puestas. A estas dos maneras de tiranía infernal se reducen e ser resuelven o subalternan como a géneros todas las otras diversas y varias de asolar aquellas gentes, que son infinitas.

La causa por que han muerto y destruído tantas y tales e tan infinito número de ánimas los cristianos ha sido solamente por tener por su fin último el oro y henchirse de riquezas en muy breves días e subir a estados muy altos e sin proporción de sus personas (conviene a saber): por la insaciable codicia e ambición que han tenido, que ha sido mayor que en el mundo ser pudo, por ser aquellas tierras tan felices e tan ricas, e las gentes tan humildes, tan pacientes y tan fáciles a sujetarlas; a las cuales no han tenido más respecto ni dellas han hecho más cuenta ni estima (hablo con verdad por lo que sé y he visto todo el dicho tiempo), no digo que de bestias (porque pluguiera a Dios que como a bestias las hubieran tractado y estimado), pero como y menos que estiércol de las plazas. Y así han curado de sus vidas y de sus ánimas, e por esto todos los números e cuentos dichos han muerto sin fee, sin sacramentos. Y esta es una muy notoria y averiguada verdad, que todos, aunque sean los tiranos y matadores, la saben e la confiesan: que nunca los indios de todas las Indias hicieron mal alguno a cristianos, antes los tuvieron por venidos del cielo, hasta que, primero, muchas veces hubieron recebido ellos o sus vecinos muchos males, robos, muertes, violencias y vejaciones dellos mesmos

Fray Bartolomé de Las Casas (Sevilla, 24 de agosto de 1484 – † Madrid, 17 de julio de 1566) fue un fraile dominico español, cronista, teólogo, obispo de Chiapas (México) y gran defensor de los indios.  

 Cafulcurá, rey de las pampas La historia de poderío de este araucano llegado de Chile puede comenzar a contarse a partir de 1929, cuando Juan Manuel de Rosas asumió el gobierno de la provincia de Buenos Aires y negoció con los indios pacíficos y enfrentó a los rebeldes insumisos, entonces liderados por el cacique pampa Toriano. Secundado por Calfucurá y su hijo Namuncurá (el padre de Ceferino, "el santito de las pampas"). Finalmente Toriano fue vencido por tropas de Rosas y sus aliados, los borogas. Tras el fusilamiento de Toriano en Tandil, los borogas comenzaron a perseguir a los vencidos y cometieron varias masacres, hasta que tres años después Calfucurá los emboscó, mató a unos mil guerreros y se llevó cautivas a todas sus mujeres. Así se hizo dueño del amplio territorio de Neuquén, Río Negro, La Pampa, casi todo el interior de Buenos Aires, San Luis y gran parte de Mendoza. 
            La venganza de Calfucurá provocó la Campaña del desierto de Rosas, que derrotó uno a uno los caciques que encontraba. Ese fue el momento en que Piedra Azul tomó el mando de todas las tribus conformando la Confederación Araucana, tras matar al cacique chileno Railef. El cuartel central del nuevo caudillo pampa y de "nuestros paisanos los indios" (en palabras del libertador San Martín) fueron las tolderías de Salinas Grandes, donde, en forma inteligente, formó espías y perfeccionó su lenguaje castellano para a negociar de palabra y por escrito con Rosas.
            Después de Caseros, al descubrir que los otros gobernantes huincas [cristianos, blancos] no tenían la mano dura de Rosas pero persistían en usurpar las tierras pampas, Calfucurá lanzó una nueva campaña de grandes malones, saqueando estancias y pueblos enteros.

            Mientras tanto, recibía los diarios de Buenos Aires y Paraná y se enteraba que, aprovechando la desunión nacional, podía negociar con Justo José de Urquiza. Con él selló la paz y desconoció todo poder bonaerense. Sus conas [guerreros] llegaron con sus chuzas [lanzas] hasta pocos kilómetros de Buenos Aires y hasta vencieron en la batalla de Sierra Chica (Olavarría) a Bartolomé Mitre. Luego hicieron lo propio con el general Hornos, quien enfrentó al poderoso ejército de Calfucurá de 6.000 aguerridos guerreros en Tapalqué y también resultó vencido, por lo que los porteños, con la indiada a sus puertas, comenzaron a padecer el terror de ser invadidos en la propia Gran Aldea.

            Cuando su poderío parecía no tener límites, cansado de matar huincas y ganar batallas, Calfucurá intentó una decisiva hazaña y le declaró formalmente la guerra al presidente Sarmiento. Fue su gran error: resultó impensadamente vencido en la batalla de San Carlos, en el actual Partido de Bolívar (Buenos Aires), y nunca más volvió a guerrear. Recluido en Salinas Grandes, Calfucurá pasó en adelante sus días inmerso en la tristeza, hasta que el 4 de junio de 1873 dejó el legado de "no abandonar Carhué al huinca", porque ese era el paso obligado hacia el centro de la Confederación, y murió
 

 "Estamos como nación empeñados en una contienda de razas en que el indígena lleva sobre sí el tremendo anatema de su desaparición, escrito en nombre de la civilización. Destruyamos, pues, moralmente esa raza, aniquilemos sus resortes y organización política, desaparezca su orden de tribus y si es necesario divídase la familia. Esta raza quebrada y dispersa, acabará por abrazar la causa de la civilización. Las colonias centrales, la Marina, las provincias del norte y del litoral sirven de teatro para realizar este propósito".
Julio Argentino Roca (1843-1914)

 -¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado.

(Domingo Faustino Sarmiento El Progreso, 27/9/1844; El Nacional, 25/11/1876)

 

Desde la llegada del winka
Por un mapuche cualquiera

Desde que hemos tenido que lidiar con el winka, muchos han sido los personajes intolerables que faltos de inteligencia y de absurdo nacionalismo nos han causado risa.
Como es el caso de P. Moreno, J. A. Roca, Casamiquela, Elías Chucay, Claudia Briones, Morita Carrasco, Lugones, Colavelelli, Etc.
Todos ellos con la excusa del engrandecimiento del país o el estudio de nuestra gente para beneficio de la educación e ignorancia del blanco.
Ellos en su momento han tenido la gracia de haber hablado o escrito algo sobre el Mapuche.
Personajes que hablan de nacionalismo e inteligencia superior. De los derechos del Argentino, Etc. Etc. Etc.
Pero que siempre han beneficiado a ciertos personajes extranjeros. Ingleses, Italianos, Alemanes, Españoles, Turcos, Franceses y demás nacionalidades del mundo. Claro siempre y cuando estos personajes o grupos tengan plata.
Tabaré W Parsons no es la excepción. Este ser winka que cree tener una educación e inteligencia superior a cualquier Mapuche.
A en los últimos días sido el motivo de nuestras risas y la demostración viva de que los winkas siguen siendo ignorantes racistas.
Para demostrarnos eso ha bastado tan solo que escriba y publique en un periódico su pensamiento nacionalista a favor del multimillonario J. Lewis.
Según el señor Parsons, nosotros los mapuche debemos seguir mandando señales de humo y no utilizar los medios de comunicación blancos.
Además debemos permitir que Lewis siga haciendo ¡Patria! Para el engrandecimiento del país.
Yo me pregunto si Don Parsons no sabe que los Mapuche hemos dejado de hacer señales de humo debido a la falta de inteligencia de sus antepasados.
Ya que cada vez que deseábamos comunicarnos con ellos no podían entender nuestro sostificado sistema de comunicación a distancia.
Por lo cual debimos esperar muchos años hasta que alguien invento el telégrafo, herramienta que comenzamos a utilizar de inmediato. Aun cuando algunos winka todavía no podían entender como funcionaba.
Y así hemos ido adaptando los diversos sistemas de comunicación que el winka a desarrollado hasta la llegada de lo que hoy es internet.
Pero siempre pensando en poder comunicarnos y que nos entiendan.
Además me pregunto don Parsons si usted realmente cree que los demás no Mapuche y los otros Winka como usted. Creen realmente en el hacer patria de Lewis.
O tal vez no.
Ya que yo como Mapuche no he visto a ningún vecino Argentino que tenga mas tierra que estos multimillonarios.
Tampoco que le permitan hacer y deshacer lo que quieran como a estos extranjeros que vienen una vez al año
A demás no comprendo en que puede beneficiar que alguien como Lewis tenga un aeródromo privado. Donde pueda traficarse droga si alguien quiere o contrabandear además de cualquier ilícito que se deseé.
¿Usted penso en eso Don Parsons?
¿O es que su inteligencia no llega a eso?

Para mayor información acerca de la situación actual de los pueblos originarios visitar http://argentina.indymedia.org/news/2005/03/276026.php  

Introducción

Conquista del Desierto

La Conquista del Desierto o Campaña del Desierto fue una campaña militar llevada a cabo por el gobierno argentino contra las naciones mapuche y ranquel, con el objetivo de obtener el dominio territorial de la Pampa y la Patagonia oriental, hasta entonces bajo dominio indígena.

La Pampa y la Patagonia constituyó una amplia región aborigen, que nunca pudo ser conquistada por los poderes imperiales europeos, y que desde el siglo XVII se fue unificando bajo la cultura mapuche. Recién a fines del siglo XIX, Argentina y Chile, lograron ocupar la región mediante la guerra contra los indígenas.

A la llegada de los europeos, el sur del continente americano, la Pampa y la Patagonia, estaba poblado por los pampas, los tehuelches (patagones) en la Patagonia oriental y los mapuches en la Patagonia occidental; Tierra del Fuego estaba habitado por una rama de los tehuelches, los selknams (onas), los yámana y los kawéskar.

Con el desembarco de los conquistadores realistas en las riberas del Río de la Plata y la fundación de la ciudad de Buenos Aires durante el siglo XVI, se produjeron las primeras confrontaciones entre los españoles y los aborígenens que habitaban la región pampeana, los pampas (het ó querandíes), llamados luego ranqueles, una vez integrados a la cultura mapuche en el siglo XVIII.

A partir del siglo XVII una pequeña cantidad de bovinos abandonados por los españoles en las pampas, se multiplicaron naturalmente hasta conformar enormes manadas de bovinos salvajes. Tanto los pampas y mapuches, ocupantes de esos territorios, como los españoles y gauchos libres, se dedicaron a la caza de esos animales, lo que llevó a enfrentamientos entre unos y otros. Los españoles construyeron entonces una línea de fortines cercana a Buenos Aires y Córdoba, para ocupar zonas exclusivas de caza, llamadas vaquerías. Los pampas consideraron que los europeos habían usurpado invadiendo sus territorios, y durante siglos atacaron sus posiciones mediante un sistema de ataques en masa, denominados malones, utilizando diestramente el caballo, largas lanzas y boleadoras.

Simultáneamente, desde la Capitanía de Chile se procedía a un ataque sistemático sobre los mapuches, conocidos también como araucanos, lo que se conoció como la Guerra de Arauco.

Entre los siglos XVII y XVIII los mapuches impusieron su cultura a la mayor parte de los pueblos indígenas que habitaban la pampa y la Patagonia.

Desde fines del siglo XVIII, los españoles comenzaron lentamente a avanzar sobre territorio ranquel. El río Salado (Buenos Aires), que divide al centro la pampa occidental, se convirtió entonces en el límite entre ambas civilizaciones. Algunos indígenas solían trabajar en las estancias españolas, mestizándose con europeos, negros y otros indígenas. El origen social de los gauchos está relacionado con este proceso de mestizaje.

Historia post-independencia de Argentina

Tras la independencia en 1816, Argentina mostró una abierta intención de ocupar las tierras de los ranqueles y mapuches.

Las ofensivas coordinadas por Martín Rodríguez en 1823 y Juan Manuel de Rosas en 1833, desde la provincia de Buenos Aires, y de otros ejércitos argentinos desde la región del Cuyo, tuvieron como objetivo conquistar nuevos territorios en poder de ranqueles y mapuches, causando grandes bajas a estos últimos.

Para la segunda mitad del siglo XIX, tanto Argentina como Chile se dispusieron a conquistar completamente los territorios habitados por los mapuches.

En 1872 el jefe ranquel Cufulcurá, con un ejército de 6.000 combatientes, atacó las ciudades de General Alvear, Veinticinco de Mayo (Buenos Aires) y Nueve de Julio (Buenos Aires), resultando muertos 300 criollos y 200.000 cabezas de ganado. El hecho ha sido referido como un antecedente inmediato de las campañas emprendidas por el general Julio A. Roca conocidas como la Conquista del Desierto.

La campaña de Alsina

En 1875, Adolfo Alsina, ministro de Guerra bajo la presidencia de Nicolás Avellaneda, se presentó al gobierno con un plan que más tarde describió como apuntar a poblar el desierto y no a destruir. Entonces se firmó un tratado de paz con el cacique Juan José Catriel, sólo para ser roto corto tiempo después cuando atacó junto al cacique Namuncurá, Tres Arroyos, Tandil, Azul y otros pueblos y granjas en un ataque incluso más sangriento que el de 1872.

Alsina respondió al ataque, forzándolos a retroceder y dejando fortines en su camino hacia el sur para proteger los territorios conquistados; y, para evitar el transporte del ganado robado construyó la llamada Zanja de Alsina, que sirvió como límite para los territorios sin conquistar.

Los aborígenes continuaron sus ataques recolectando ganado en la provincia de Buenos Aires y el sur de la provincia de Mendoza, pero les resultaba difícil escapar con los animales que hacían su marcha lenta y además debían enfrentar a las unidades de patrullaje que los seguían. Muchos, en cambio, decidieron unirse a las granjas-estancias para trabajar a cambio de comida y refugio.

Después de que Alsina muriera en 1877, Julio Argentino Roca fue nombrado nuevo Ministro de Guerra y prosiguió su trabajo.

La campaña de Roca

Roca, en contraste con Alsina, creía que la única solución contra la amenaza de los aborígenes era extinguirlos, subyugarlos o expulsarlos.

A finales de 1878, empezó la primera ola para "limpiar" la zona entre la zanja de Alsina y el Río Negro a través de ataques sistemáticos y continuos a los establecimientos de los aborígenes.

Con 6.000 soldados, en 1879 comenzó la segunda ola alcanzando Choele Choel en dos meses, la cual fue entregada pacíficamente por los aborígenes locales. Desde otros puntos, las compañías del sur hicieron su camino hacia el río Negro y el Neuquén; el tributario septentrional del río Negro. Juntos, ambos ríos marcaban la frontera natural desde los Andes hasta el Atlántico.

Muchos establecimientos fueron construidos en la cuenca de estos dos ríos, así como también en el río Colorado. Por mar, algunos establecimientos fueron erigidos en la cuenca sur del río Santa Cruz, principalmente por colonos galeses.

La campaña final

Roca siguió a Nicolás Avellaneda como presidente. Creyó que era imperativo conquistar el territorio al sur del río Negro lo más pronto posible y ordenó la campaña de 1881 bajo el mando del coronel Conrado Villegas.

En un año, Villegas conquistó el territorio de la actual provincia de Neuquén, alcanzando el río Limay. La campaña continuó presionando a la resistencia de los aborígenes más al sur, para luchar la última batalla, el 18 de octubre de 1884. El último grupo rebelde de más de 3.000 miembros bajo el mando de los caciques Inacayal y Foyel, se rindieron dos meses después en la actual provincia de Chubut.

Consecuencias

El Informe Oficial de la Comisión Científica [1] que acompañó al Ejército Argentino es considerablemente específico respecto de los resultados de la guerra:

El año 1879 tendrá en los anales de la República Argentina una importancia mucho más considerable que la que le han atribuído los contemporáneos. Ha visto realizarse un acontecimiento cuyas consecuencias sobre la historia nacional obligan más la gratitud de las generaciones venideras que la de la presente, y cuyo alcance, desconocido hoy, por transitorias cuestiones de personas y de partido, necesita, para revelarse en toda su magnitud, la imparcial perspectiva del porvenir. Ese acontecimiento es la supresión de los indios ladrones que ocupaban el Sur de nuestro territorio y asolaban sus distritos fronterizos: es la campaña llevada a cabo con acierto y energía, que ha dado por resultado la ocupación de la línea del Río Negro y del Neuquén.Se trataba de conquistar un área de 15.000 leguas cuadradas ocupadas cuando menos por unas 15.000 almas, pues pasa de 14.000 el número de muertos y prisioneros que ha reportado la campaña. Se trataba de conquistarlas en el sentido más lato de la expresión. No era cuestión de recorrerlas y de dominar con gran aparato, pero transitoriamente, como lo había hecho la expedición del Gral.Pacheco al Neuquén, el espacio que pisaban los cascos de los caballos del ejército y el círculo donde alcanzaban las balas de sus fusiles. Era necesario conquistar real y eficazmente esas 15.000 leguas, limpiarlas de indios de un modo tan absoluto, tan incuestionable, que la más asustadiza de las asustadizas cosas del mundo, el capital destinado a vivificar las empresas de ganadería y agricultura, tuviera él mismo que tributar homenaje a la evidencia, que no experimentase recelo en lanzarse sobre las huellas del ejército expedicionario y sellar la toma de posesión por el hombre civilizado de tan dilatadas comarcas.Y eran tan eficaces los nuevos principios de guerra fronteriza que habían dictado estas medidas, que hemos asistido a un espectáculo inesperado. Esas maniobras preliminares, que no eran sino la preparación de la campaña, fueron en el acto decisivas. Quebraron el poder de los indios de un modo tan completo, que la expedición al Río Negro se encontró casi hecha antes de ser principiada. No hubo una sola de esas columnas de exploración que no volviese con una tribu entera prisionera, y cuando llegó el momento señalado para el golpe final, no existían en toda la pampa central sino grupos de fugitivos sin cohesión y sin jefes.Es evidente que en una gran parte de las llanuras recién abiertas al trabajo humano, la naturaleza no lo ha hecho todo, y que el arte y la ciencia deben intervenir en su cultivo, como han tenido parte en su conquista. Pero se debe considerar, por una parte, que los esfuerzos que habría que hacer para transformar estos campos en valiosos elementos de riqueza y de progreso, no están fuera de proporción con las aspiraciones de una raza joven y emprendedora; por otra parte, que la superioridad intelectual, la actividad y la ilustración, que ensanchan los horizontes del porvenir y hacen brotar nuevas fuentes de producción para la humanidad, son los mejores títulos para el dominio de las tierras nuevas. Precisamente al amparo de estos principios, se han quitado éstas a la raza estéril que las ocupaba.

Debate acerca de la aplicación del concepto de genocidio a la Conquista

A mediados del siglo XX se forja el concepto de genocidio para designar los "actos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso". En los últimos años, diversos estudiosos han trabajado para demostrar que es posible aplicar la definición de genocidio a los actos realizados por el Estado argentino durante esta etapa. Dentro de los argumentos que apoyan esta tesis se citan los que tienen que ver con la declaración de las intenciones del Estado:

  • En el Congreso se habla de “exterminar a los indios salvajes y bárbaros de Pampa y Patagonia”.
  • Desde el gobierno de Martín Rodríguez en provincia de Buenos Aires, década de 1820, se hablaba de exterminio. Él ya decía “primero exterminaremos a los nómades y luego a los sedentarios”.

: También se citan los métodos utilizados en la campaña que concuerdan con la definición de genocidio

  • Ataques a tolderías con mujeres y niños solos en momentos en que los hombres adultos estaban en otras partidas.
  • Persecuciones a heridos, ancianos, niños, etc.
  • Prostitución forzada como botín de guerra de los soldados, fomentada desde los mandos.
  • Un campo de concentración en Valcheta (Línea Sur de la actual provincia de Río Negro) con alambres de púas de tres metros de alto, que encerraba a gente muriendo de hambre por no tener alimentos.
  • Toma de prisioneros, traslados forzosos a pie hasta Carmen de Patagones (un puerto en la desembocadura del río Negro), en donde los embarcaban a Martín García (una isla en el río de la Plata en frente de Buenos Aires). Estos traslados pueden ser de hasta de mil km. y exterminaron a miles de personas, ya que se mataba a los que no caminaban.
  • Traslados forzosos de familias a otro sitio del territorio ocurridos después de la campaña por la “policía de frontera”.
  • Un segundo campo de concertación en Martín García, por donde pasaron, con distintos destinos, entre 10.000 y 20.000 personas. Allí tuvieron que habilitar dos cementerios especiales en 1879.
  • Separación de las familias llevando a los varones esclavizados a la zafra en el norte tucumano y a las mujeres y niños al servicio doméstico en las ciudades.
  • Cambios de nombres, de manera que no se pudiera reconstruir la historia familiar.
Argumentos que intentan desmentir la teoría del genocidio son:
  • Falta de documentación sobre hechos a partir de los cuales se pueda inferir que se trató de genocidio. Además esta falta no se debe a que se ocultaron algunos hechos ya que a la expedición se incorporaron periodistas, hombres de ciencia y religiosos que escribieron y publicaron lo que vieron.
  • Se pone en duda que las más de 5.000 personas que participaron de las campañas hubieran sido todos cómplices de un genocidio ocultando información de este tipo.
  • Se pone en duda que lo hubiera permitido un humanista como el presidente Avellaneda.
  • Buen trato a los indios prisioneros, niños, mujeres y ancianos quienes fueron examinados por sus dolencias, vacunados y muchos de ellos remitidos a hospitales de Buenos Aires.
  • Asignación por parte del Estado de grandes reservas a los indígenas. Aunque fueron cercenadas posteriormente esto fue hecho por individuos y estas acciones probablemente serán condenadas la justicia.

 JUEGOA

partir de la información brindada acerca de la cada uno de los personajes que integran el juego cada uno de los alumnos deberá elegir la interpretación de uno de los roles (puede ampliar la información en las paginas de exploración seleccionadas).

El juego consistirá en imaginar  una mesa de debates (“anacrónico” ya que algunos de  los mismos pertenecen a épocas distintas) en la que cada personaje deberá defender, justificar, explicar etc las acciones realizadas  con respecto a la relación aborigen – blanco.

El rol del estudiante de historia será interpretar cada una de las posturas e intentar resolver el conflicto a través del dialogo Los espectadores de la simulación deberán intentar responder o reflexionar acerca de preguntas como:

¿Cuáles fueron las causas por las que se realizaron las campañas al desierto?

¿Por qué algunos grupos originarios atacaban los pueblos de los blancos?

¿Cuál era la postura de los gobernantes argentinos en la etapa de organización del Estado Argentino?

¿Cuáles fueron las consecuencias de la conquista?

¿Cuál la visión de los españoles con respecto al hombre indio?

¿Qué concepción de hombre subyace?

AL FINALIZAR EL JUEGO SE REALIZARA UNA PUESTA EN COMUN PARA QUE EL GRUPO DE ALUMNOS PUEDA EMITIR SUS REFLEXIONES ACERCA DEL TEMA

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Horacio Chans -

RECONOCIMIENTO AL MÉRITO: EL CAPITÁN RUFINO SOLANO, SINGULAR PERSONAJE HISTÓRICO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES Y DE ARGENTINA.-

Hace casi un siglo, a la edad de 76 años, dejaba de existir el capitán azuleño don Rufino Solano. Este muy particular militar, recordado como “El diplomático de las pampas”, desplegó inigualables acciones en favor de la paz, la libertad y la vida en la denominada “frontera del desierto”. Como resultado de estas acciones Rufino Solano, mediante su trato proverbial con el aborigen, consiguió redimir PERSONALMENTE a centenares de mujeres, niños y otros prisioneros, de ambos bandos, impulsado siempre por un notable y especial sentimiento hacia el género, encarnado en la lacerada figura de la cautiva.
Asimismo, se destacan entre sus acciones, el haber evitado sangrientos enfrentamientos mediante sus prodigiosos oficios de mediador y pacificador, pactando con los máximos caciques indígenas numerosos acuerdos de paz y de canjes de prisioneros. Realizando esta arriesgada tarea en beneficio de la población de Azul y de numerosas localidades de la Provincia de Buenos Aires e incluso de otras provincias aledañas. Entre otras significativas intervenciones del capitán Rufino Solano, se encuentra la de haber formado parte de los cimientes que dieron origen a las actuales ciudades de Olavarría y San Carlos de Bolívar, entre otras más.-

En el plano religioso, cumplió destacado protagonismo sirviendo de enlace en la acción evangelizadora hacia el aborigen llevada a cabo por la Iglesia de aquella época. En cumplimiento de esta última actividad, se lo vio prestando estrecha y activa colaboración al Padre Jorge María Salvaire, fundador de la Gran Basílica de Luján denominado “El misionero del desierto y de la Virgen del Luján” y actuando de ineludible interlocutor entre los jerarcas aborígenes y el Arzobispado de la ciudad de Buenos Aires, en la persona del Arzobispo Dr. León Federico Aneiros, llamado “El Padre de los Indios”.
Esta encomiable labor del capitán Rufino Solano fue desarrollada durante sus más de veinte años de carrera militar y continuó ejerciéndola después de su retiro hasta su muerte, ocurrida en 1913. Actualmente obra en la Legislatura de la Pcia. de Buenos Aires, un proyecto de ley para declararlo Ciudadano Ilustre de dicha provincia.-
http://elcapitanrufinosolano.blogspot.com